En todo este lamentable culebrón barcelonista que hemos padecido últimamente, los medios de comunicación, como siempre, se han callado lo mejor. Así, lo más fuerte que se ha escuchado, por lo menos al otro lado del atlántico, es que en el vestuario hay un problema de vicios, sin especificar cuáles claro. El típico “avi” del Barça puede pensar que Valdés es un vicioso del tetris, que Henry mata su despecho con las películas porno de Nacho Vidal o que Márquez ha superado el record de millas de Iberia sólo con sus vuelos por el puente aéreo. Cualquier cosa menos decir la verdad: se meten de todo. Los que se llevan palma, según fuentes bien informadas, son Ronaldinho y Deco. La imagen de Rijkaard con los ojos vidriosos y esas pupilas dilatadas hasta el extremo no admite dudas. Al amigo Frank le gusta el skunk. Y bueno, dirán algunos, y yo de acuerdo, qué más da, si es el entrenador, él no juega. No seré yo quien me ponga moralista pero, claro, luego pasa lo que pasa, no metemos un gol ni al arco iris. En todo caso me parece magnífica la pancarta de despedida con que le obsequiamos los culés. Una ingeniosa versión del himno del Liverpool. Que te vaya bien Frankie, nos vemos en Aruba y nos fumamos todo lo que quieras.
(Como a Rijkaard lo va a sustituir Pep Guardiola, y como se supone que esto es un blog literario, termino con una cita de Javier Marías, otro madridista con criterio, relativa a una especie de perfomance literario-futbolística que se llevó a cabo en Barcelona y en la que participó nuestro futuro entrenador, el gran Pep Guardiola)
“Hubo otro encuentro apasionante, con un punto de delirio surrealista que cuadraba muy bien con las intenciones de los organizadores. Sergi Pàmies, escritor catalán con un sólido historial culé, y Pep Guardiola, cuyo historial azulgrana no es menos rotundo, conversaron a la misma hora que se disputaba el Barça-Internacional de Porto Alegre. Si la conversación resistía esa prueba de fuego, es que el fútbol es más que cultura. Es amianto. Al fondo del escenario, dos pantallas gigantes recogían en directo las imágenes de la final de la Copa Intercontinental. Lo que de entrada parecía una aberración se transformó en un exitoso experimento. La esforzada conversación, que en todo momento resistió la presión de las imágenes, fue un memorable intercambio de cultura futbolística, de cultura a secas, y hubo momentos mágicos en que una línea contundente de Pàmies coincidió con un tiro de Ronaldinho, y una lúcida reflexión de Guardiola se reflejó en un paradón de Victor Valdés. En otro momento, esa conversación se habría considerado como un subversivo ejemplo de arte contemporáneo. A los presentes, les pareció algo natural, un juego entre personas inteligentes. El fútbol, en fin.”
(Como a Rijkaard lo va a sustituir Pep Guardiola, y como se supone que esto es un blog literario, termino con una cita de Javier Marías, otro madridista con criterio, relativa a una especie de perfomance literario-futbolística que se llevó a cabo en Barcelona y en la que participó nuestro futuro entrenador, el gran Pep Guardiola)
“Hubo otro encuentro apasionante, con un punto de delirio surrealista que cuadraba muy bien con las intenciones de los organizadores. Sergi Pàmies, escritor catalán con un sólido historial culé, y Pep Guardiola, cuyo historial azulgrana no es menos rotundo, conversaron a la misma hora que se disputaba el Barça-Internacional de Porto Alegre. Si la conversación resistía esa prueba de fuego, es que el fútbol es más que cultura. Es amianto. Al fondo del escenario, dos pantallas gigantes recogían en directo las imágenes de la final de la Copa Intercontinental. Lo que de entrada parecía una aberración se transformó en un exitoso experimento. La esforzada conversación, que en todo momento resistió la presión de las imágenes, fue un memorable intercambio de cultura futbolística, de cultura a secas, y hubo momentos mágicos en que una línea contundente de Pàmies coincidió con un tiro de Ronaldinho, y una lúcida reflexión de Guardiola se reflejó en un paradón de Victor Valdés. En otro momento, esa conversación se habría considerado como un subversivo ejemplo de arte contemporáneo. A los presentes, les pareció algo natural, un juego entre personas inteligentes. El fútbol, en fin.”
9 comentarios:
Venía pensando en que ojalá hayas escrito un post el cual puediera relacionar con Sophie Calle, pero le doy la vuelta a este y solo consigo la conexión en lo del ¨ejemplo de arte contemporáneo¨...el fútbol, en fin.
Nada, que vengo de una maravillosa charla de ella en el MALBA y quería contarlo.
A ver cuando aparece por aquí alguna cita de un culé con criterio. Van dos a cero a favor de Madrid, y qué par. Bueno, da igual, ya estarás acostumbrado a ir un poquillo por debajo en el marcador. Cosas del fútbol.
sí, sí, haz leña del árbol caído, recuerda que hace bien poco el Bernabéu aplaudía a Ronaldinho mientras Beckham se peinaba en la peluquería, digo en el banquillo... renaceremos!
Martín, estoy empezando a preocuparme con nuestras conexiones. El viernes pasado, en casa de José Antonio de Ory estuvimos hablando de una de las últimas obras de Sophie Calle, la de la carta que le manda su ex para dejarla y que ella hace interpretar a no sé cuantas mujeres... Genial la Calle...
Algo me dice que podríamos echar de menos a Rijkaard. Ojalá no. me inquieta. Su trabajo fue encomiable, aunque haya terminado de esta manera y aunque fume lo que fume. Da igual eso. La pancarta, claro está, es magnífica. Ha sido, además, un caballero. Ahora, no hay entrenador que gane con unos jugadores sin fuelle, sin espiritu de lucha. Y menos aun con jugadores que tienen "lesiones" estratégicas.
Suerte al Pep. La dé el será la suerte y el disfrute de todos nosotros.
Tienes razón, fue un golpe abajo, además acabo de enterarme por un estupendo artículo de La Nación que Pep Guardiola es un aficionado al cine y la literatura, no tanto como Valdano claro, está pero cerca. Ahí te dejo esta inquietud http://www.lanacion.com.ar/weblogs/especialistas/post.asp?post_id=1012050
No se copió bien la inquietud
http://www.lanacion.com.ar/weblogs/especialistas/post.asp?post_id=1012050
Y el golpe era bajo, no abajo.. porsialasmoscas, jejeje
Gran artículo sí.
Villoro, barcelonista, es un crack, tendré que buscar una buena cita para el blog...
TOT EL CAMP ÉS UN CLAM!!
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