lunes, 19 de mayo de 2008

Mayo literario (11)


3 días de puro teatro. 3 días disfrutando de un proyecto teatral ambicioso, arriesgado, genial. Me resulta difícil explicar la amalgama de emociones, risas, reflexiones, guiños, envidias… que genera "The Neverstarting story". Juntas pero no revueltas, las 4 jóvenes actrices/directoras, Cristina Blanco_Cuqui Jerez_María Jerez_Amaia Urra, han creado una obra que supone un hito en lo que podríamos llamar el "non-fiction theatre". Si fuera el crítico Marcos Ordóñez, escribiría "atención programadores, no lo dejen escapar". Si fuera su manager, estaría llamando a todas las salas alternativas de Europa ofreciéndoles un proyecto que rebosa de autenticidad por todos sus poros. Si fuera el Director General de Culturales, felicitaría a José Antonio De Ory por haber confiado emotiva y económicamente en estas chicas que, si siguen por esta línea, darán mucho que hablar dentro de la escena contemporánea. Rebusco entre mis notas una cita de Peter Brook que ilustre mejor lo que intento expresar y me encuentro con ésta, de El Círculo Abierto, en la que el maestro se pregunta si el hombre puede existir sin un fondo.
“¿Qué puede haber que no sea un decorado ni una nada aséptica? ¿Qué puede haber que sea cálido, humano, que enmarque la acción, llene la imaginación y que, sin embargo, no afirme nada?Si damos a un mundo aparentemente íntegro, con todos sus detalles estéticos, una información completa, una imagen “real”, el público no tiene nada que hacer, acepta la ilusión y se vuelve totalmente pasivo. Si, por el contrario, empleamos dos trozos de madera para sugerir un bosque, o un charco para un río caudaloso, de pronto hay un esfuerzo qué hacer: el inmensamente agradable esfuerzo de permitir que nuestros circuitos completen la imagen en ese instante. Eso también sirve para afianzar la sensación de comunidad entre el público: cada miembro debe usar su imaginación de forma individual, pero, una vez creada la imagen, se percibe una labor compartida, una experiencia común, una participación auténtica en la obra que va más allá de las visiones simplistas de los años sesenta en las que se pretendía dar una sensación de propósito compartido animando al público a invadir el espacio de actuación, formando parte de la acción para así sentir que participa. Cuando recurrimos a la imaginación, el acto de compartir es momentáneo e invisible. Se trata de la creación efímera de una visión común sin la imposición de una escenografía en perspectiva, y por eso es mucho más valioso.”
Peter Brook

2 comentarios:

Martín dijo...

Creo que Dogville y Manderlay tienen que ver con Peter Brook.

Marc dijo...

Totalmente de acuerdo...