miércoles, 9 de julio de 2008

Julio poético 5


Tomo unas cervezas, micheladas, en EN OBRA, con Ómar Rincón. Compartimos afectos televisivos (somos fans de HBO, aunque ambos vemos las series en dvd posteriormente y compradas piratas, por supuesto), afectos femeninos (nuestra querida amiga Kaury) y afectos literarios (Vila-Matas nuevamente). Ómar me aconseja que vea algo de televisión. Considera que es algo que un extranjero en proceso de adaptación en Colombia debería hacer. A diferencia del apartamento de Mario, donde tenía televisión pero sin canales sintonizados (servía sólo para los dvd), en el apartamento de Manolo tengo también televisión pero sólo con un canal, Caracol. Suficiente. Es donde pasan El Cartel, la telenovela que Ómar me recomienda ver. Inspirada en un libro, “El Cartel de los sapos” (que cuenta la historia del Cartel del Norte del Valle), escrita por Andrés López, alias “florecita”, destaca por ser el primer culebrón que cuenta la historia de los narcos, los traquetos en la jerga local, vista desde su punto de vista, mostrando su intimidad, su manera de vivir y su manera de delatarse (de ahí los sapos) unos a otros precipitando el final. La novela es la de máxima audiencia ahora mismo y ha desatado cierta polémica al emitirse a las ocho de la noche, horario familiar. Todos los personajes están inspirados, cuando no copiados directamente, sin disimulo, de personas reales. Así tenemos al protagonista de la historia (el que escribió el libro y que ahora parece que vive en Miami en una especie de arresto domiciliario), su novia (una de las modelos más famosas del país) y toda la “troupe” que le rodea: narcotraficantes, policías corruptos, paramilitares, agentes de la DEA, etc. Todo ambientado en localizaciones en Cali, Medellín, Miami, Caracas, mostrando la arquitectura narc-decó, esa estética traqueto que también se ve por Bogotá en algunos lugares. Todo esto y muchas más cosas me las cuenta Luis Alberto Restrepo, el creador de la serie, nuevamente en EN OBRA (prácticamente mi segunda casa aquí en La Macarena) acompañados de unos whiskys y con buena música de fondo.
No sé por qué me acuerdo de este poema de Rumi, que encuentro entre mis archivos.

SOY Y NO SOY
Estoy arrasado por una inundación
que aún no ha sucedido
Estoy encerrado en una prisión
que aún no existe
Sin jugar ajedrez
ya estoy en jaque
Sin haber probado una sola copa de tu vino
Ya estoy ebrio
no he entrado al campo de batalla
y ya estoy herido
Ya no conozco la diferencia
entre la realidad y la invención
Como la sombra

1 comentario:

Martín dijo...

Aunque esté desaparecido de la blogósfera y no comente, este sigue siendo mi blog favorito, superando incluso al de las Suicide Girls.

Yo también comparto ese afecto femenino desde la noche que Kaury me reconoció como el de "Me están estresando". Gracias Marc.

Besos y abrazos.