jueves, 24 de julio de 2008

Julio poético 9


Otro tour imperdible en Medellín es el del Metrocable. Un impresionante recorrido aéreo por encima del Barrio de Santo Domingo que finaliza en la monumental biblioteca Parque España, una obra arquitectónica de Giancarlo Mazzanti, convertida en un símbolo del cambio de la ciudad. El recorrido en el metro “convencional” también se disfruta gracias a curiosos avisos publicitarios. Sin tiempo para la siesta, visito el Museo de Antioquia acompañado de su directora de cultura, Ana Lucía. Recién incorporada al cargo, aún no se ha ganado autoridad sobre los excesivamente escrupulosos vigilantes de sala del museo. Quiero tomarle una foto con uno de esos absurdos vestidos de Ágata Ruiz de la Prada (ahora los modistas quieren ser tratados como artistas también) pero me lo impiden. Necesitamos autorización de “Comunicaciones”. Como no nos gusta pedir permiso, nos olvidamos del tema. Preferimos compartir la ironía de Antonio Caro http://av.celarg.org.ve/AntonioCaro/Colombia_1976_MAC_.jpg Seguimos avanzando por las salas hasta que, en un rincón, sorpresa, ¡una obra dedicada a Johann Cruyff! Se trata de una serie de serigrafías del artista paisa Félix Ángel, realizada en 1975, el momento de máximo esplendor del hombre que cambió dos veces la manera de entender el fútbol primero como jugador (es el “inventor”, por ejemplo, del penalty indirecto) y después como entrenador (uno de sus grandes momentos es cuando se levantó del banquillo y le gritó a Stcoichkov “¡piensa!”). Ramón Gieling dirigió el magnífico documental “En un momento dado”, en el que un grupo de gente explica cómo Cruyff les cambió la vida. Mi momento dado favorito es cuando el cocinero de un prestigioso restaurante de Barcelona cuenta cómo aplicó los métodos de Cruyff para dirigir a su personal de cocina. En definitiva, Cruyff es uno de los grandes y, obvio, merece estar en un museo mucho más que la de los vestidos de colores. Termina mi apretada jornada con una hamburguesa en un peculiar restaurante del Parque Lleras y unos tragos el Deck, un bar con buena decoración, mejor música y unos extraños cócteles en los que intuyo que alguien ha echado “queréme”.

Silvana, desde Barcelona, me habla de los nadaístas, unos tipos geniales que agitaron el panorama cultural colombiano en los 50. Uno de ellos es Gonzalo Arango.

La malvada intención
ustedes, por estar leyendo la crónica social...
las recetas de cocina y el manual para portarse bien en sociedad...
por estar alelados mirando la televisión o las estrellas...
y baboseándose con las poesías a miss universo...
ustedes, los poetas que fabrican sobre el diccionario de rimas un poema quincenal...
ustedes, los intelectuales conformistas para quienes es muy cómodo el nihilismo...
ustedes, los burócratas liberales y conservadores que ya perdieron el sentido de lo maravilloso...
ustedes, los inspectores de la moral, que confunden el "hula—hula" con el marqués de sade...
ustedes, los sexólogos de ideas fijas que representan el "hula—hula" con un falo abstracto y circular...
(nosotros protestamos contra ustedes que se oponen a la satisfacción de los instintos naturales y al derecho a legitimar esos instintos por las vías legales de la imaginación)...
ustedes, los reales académicos y tratadistas de la forma, que no saben lo que se anida en las cloacas, y que no han mirado desde las alcantarillas el nacimiento del sol...
ustedes, los estudiantes de urbanidad y de retórica que ya saben rimarle un verso a la prostituta y limpiarse la jeta con elegancia...
ustedes, las señoras aristocráticas que bailan a Elvis Presley en el club y levantan las piernas para escandalizar a los notarios y a los senadores de la 2a. república...
ustedes, magistrados y jueces que codifican la vida y asesinan con fórmulas los instintos vitales...
ustedes, los notarios que escrituran a los ricos la tierra de los pobres con manos de usureros y canas en el cerebro...
ustedes, los ciudadanos ejemplares que se emborrachan en los prostíbulos y hacen penitencia religiosa...
ustedes, los que se flagelan a la luz del sol ante los altares de piedra, y de noche cumplen funciones de pederastas...
ustedes, los de la "liga de la decencia" y "la pureza del espíritu" que se escandalizan con los senos de una escultura y no sienten horror al defecar en la bóveda celeste del sanitario...
ustedes, los predicadores, que apestan con su oratoria y con sus sotanas de terciopelo sudado...
ustedes, los políticos que no creen en la revolución y se hacen remunerar su falta de fe...
ustedes, los policías, que no saben como preñan los poetas a las rosas...
ustedes, los críticos de arte y literatura que han leído la citolegia y a kant, y que confunden a gonzaloarango con un paciente de la sicología, a garcilazo con don blas de lezo, la "unión libre" de breton con la "unión nacional" de ospina pérez, un ataque al corazón con la crisis de la poesía...
ustedes, en general, no saben nada de nada...
y tienen una idea falsa de lo que es el nadaísmo cuando piensan que somos la amenaza material del orden burgués...
nosotros no vamos a robarle la chequera al capitalista, ni vamos a asaltar a media noche su despensa; que los burgueses revienten tranquilos en medio de la abundancia...
tampoco vamos a raptar en noches de luna a las colegialas del "mary mount". el nadaísmo no es una historia prostibularia, que ellas revienten con sus prejuicios, su puritanismo angélico, y que lleven su sexo casto al matrimonio, o lo conserven como una momia para que lo consagren a san luis gonzaga...
tampoco queremos alterar sus conceptos del mundo en el que viven de tránsito a la eternidad, afianzados aquí en la estabilidad económica, la virtud y el respeto social...
nosotros no tenemos nada que ver con quienes no tienen problemas, ni dudas, ellos están salvados...
pero queremos confesarle una malvada intención a la burguesía. señores burgueses: el nadaísmo se fundó para pervertir a vuestros hijos. vamos a interrumpir vuestro sueño y a despertar en vuestras alcobas inquietantes y terribles gérmenes de zozobra. vuestros hijos regresarán una noche a pediros cuentas, ebrios y poseídos de una terrible cólera.
temedlos, yo los conozco, son peligrosos...
a mi madre de 70 años ya le advertí: nena, si no me dejas libre le diré a la policía que eres comunista... y ella dijo: "tú sabes que eso es falso, no lo hagas, porque me echarían de la iglesia..."

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