miércoles, 4 de junio de 2008

Junio teatral 1


A Juan Navarro, antes de conocerlo, ya lo admiraba. Ser uno de los tres protagonistas de la, para mí, una de las mejores piezas teatrales nunca hechas, “La Historia de Ronald, el payaso de McDonald’s”, de Rodrigo García, le colocaba en el umbral de los grandes. Ahora que he compartido con él noches de vino y rosas, al lado de sus inseparables Agnés y Ferdy, otros dos grandes, siento que ya es como de la banda, la banda de la que habla Hakim Bey. La primera convención de amos y esclavos, llevada a cabo hace unos días en Mapa Teatro, no dejó a nadie indiferente. Con apenas 8 días de trabajo con los alumnos de la Maestría de Artes Vivas de la Universidad Nacional, Juan Navarro consiguió tejer un espectáculo sólido, con lógicos altibajos, pero con momentos de emoción. Para escoger un momento, me quedo con la imagen poético-familiar que se crea bajo los acordes de un tema de Micah P Hinson (todo un descubrimiento para mí) con todos los chicos posando para la foto…
http://www.youtube.com/watch?v=QdTmH8Ynzj4
La energía de Mapa Teatro se sintió nuevamente y mucha gente se quedó con las ganas de pasearse con una cadena al cuello. Confío en tenerlos pronto de regreso, si es posible presentando AGRIO BESO, otro excepcional montaje que disfruto en dvd mientras ellos vuelan de regreso a la plácida Catalunya triomfant…
Para seguir con las citas, ahora teatrales, transcribo un extracto de un texto del incombustible Rodrigo García.

Tostadas. Campanadas. El ruido de la tiza. El frío, la calefacción del coche...Tú no vas a ir al colegio mañana por la mañana.Vas a ir trabajar. Vas a conocer lo que significa ganarse la vida.Y vas a conocer lo que significa ganarse la vida ahora, así, cuando seas mayor, te puedes reír de todas las formas de ganarse la vida.Sobre todo de las honradas. Que son las que más risa dan.Yo no quiero que cuando seas un hombre, tengas que salir por ahí, cada mañana a ganarte una vida; yo quiero que tengas una vida conseguida antes de cumplir los quince.Porque cuando cumplas los quince, vas a tener la vitalidad -aunque no el cerebro- para empezar a disfrutar.Y es injusto que cuando uno tiene la capacidad física para disfrutar de la vida, para pasarte un huevo en todos los aspectos, para experimentar con drogas, para empezar a follar, es injusto que tengas que matarte trabajando, y disponer de unas horas libres a la semana para disfrutar.Un disfrutar escaso, programado, que enloquece a la mayoría de la gente, que la precipita, que la vuelve atropellada, porque quieren vivir a tope incluso el tiempo para disfrutar, cuando el tiempo para disfrutar, si quiere convertirse en plenitud, es siempre tiempo que está ahí para perderlo.Plenitud es igual a tiempo perdido.La gente disfruta de esas horas escasas deprisa, angustiados por temor a no disfrutarlas. A que el tiempo de disfrutar se les escape, se desvanezca.Miran el reloj y dicen: me quedan menos de dos horas para disfrutar, y se agobian y no disfrutan.Por eso insisto en lo que disfrutar significó para los griegos y significa para nosotros -para ti y para mi-: perder el tiempo, contemplar.En un paseo encuentro la plenitud. Repite conmigo: en un paseo encuentro la plenitud.Cuando pases los 40, vas a tener el cerebro perfectamente amueblado, cada idea en su sitio, estarás en condiciones de disfrutar, pero habrás perdido la vitalidad.De los quince a los 40, tienes la vitalidad pero no tienes el cerebro.De los 40 a los 70, tienes el cerebro pero no tienes la vitalidad.Siempre falta algo.Y para sustituir eso que falta, inventaron el dinero.Tener dinero.No tendrás nada en la cabeza, pero tendrás dinero.No tendrás una gran salud, pero tendrás dinero.No te querrá nadie más que por tu dinero.Todo lo malo y lo bueno del dinero, nos lo vamos a pasar por el forro de las pelotas.Los ideales nos los veamos a pasar por el forro de las pelotas.Y ya veremos si hay cojones para olvidar.Para olvidar todo lo que hicimos sin ideales, riéndonos de los ideales.Vas a empezar a trabajar ahora y dentro de pocos años, todo lo malo y todo lo bueno lo vas a comprar con dinero.Vas a llegar a los quince con la vida resuelta.Y a partir de ahí, tu solito, a tu bola, a disfrutar.Mujeres, coches, viajes, hoteles ... y libros, los justos.La Biblia. Como único libro, la biblia.Y los demás, de adorno. Compras los libros por los dibujos de las portadas, y cada noche, antes de irte a dormir, mientras ves el fútbol, subrayas con un lápiz al voleo cualquier frase cada dos páginas.Así cuando alguien coge un libro en tu casa cree que te lo has leído.Y te respeta.Y los sábados por la mañana, lees algo de la Biblia. Al voleo también.Un par de horas.Ahí esta todo: esa calidad moral imposible junto a la violencia y al odio más extremos. Y, envolviéndolo todo, la poesía, la destreza del lenguaje. No vas a ir al colegio.Vas a ir a trabajar. Hasta los quince años. Y a partir de los quince años, a disfrutar...

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