domingo, 10 de agosto de 2008

Agosto musical 3

Después de varios intentos fallidos, al fin conozco Villa de Leyva. Fin de semana maravilloso en un pueblo donde sus habitantes venden besos de novia, donde los policías detienen a los caballos y donde el principal pasatiempo es echar a volar una cometa en la plaza mayor. Calma total. Caminar a media tarde por sus calles empedradas te transporta a otra época. Estoy a punto de torcerme el tobillo varias veces. Nos quedamos en un hostal llamado La Española. De lujo. Por si fueran pocos los encantos del lugar, coincide nuestra visita con el segundo festival de cine de Villa de Leyva: http://www.festicinevilladeleyva.org/portal/ Unos esforzados muchachos organizan un festival con más voluntad que acierto. La inauguración consiste en una fogata en la enorme plaza principal (14.000 metros cuadrados) acompañada de tambores, zanqueros y canelazo. Por las calles mucha gente pasea con trípodes al hombro. El look de director de cine con pretensiones se impone. Pero no es fácil ver una película en este festival. La primera noche probamos con “40 grados de separación”. Se trata de un estreno, con alfombra roja, antorchas y presentación del director: “si les gusta chévere y sino perdón”. Perdonado estás. Mi amiga y yo salimos a los veinte minutos. Un sonido pésimo y un argumento mil veces trillado es demasiado castigo en una noche tan agradable. Al día siguiente lo intentamos con la brasileña “Terra Estrangeira” pero ni modo. El coordinador del festival, un joven que nunca se quita su sombrero, se olvida de conectar el sonido y durante más de diez minutos vemos una serie de imágenes mudas en blanco y negro hasta que, cansados, nos levantamos de la sala. Un excelente Irish Coffee, en un acogedor café con retratos de Lauren Bacall y Ava Gardner en sus paredes, nos reconcilia con el pueblo y, dos horas más tarde, volvemos a la carga. El programa anuncia “Una peli”, de Ricardo Coral. A la hora de la verdad, nos cuentan que la peli no ha llegado y deciden cambiarla por “Kalibre 35”, que ya hemos visto. Inasequibles al desaliento, nos dirigimos a la otra sala para el segundo estreno del festival: Riverside, de Harold Trompetero. El actor protagonista, Diego Trujillo, con la ruana puesta, la presenta emocionado. Por fin vemos una película en condiciones. Valió la pena el esfuerzo. Una historia de perdedores, de víctimas, de emigrantes, de seres humanos que luchan por atrapar momentos de felicidad entre los escombros de New York. Una película bien actuada, que emociona, que llega dentro, que te da conversación para rato. Pasamos toda la cena hablando de la familia, de las necesidades, de los deseos, etc. Todo eso en El Camaleón, posiblemente el mejor restaurante de Villa de Leyva, con un buen pedazo de carne de res y un vino demasiado dulzón para nuestro paladar. Al rato llega Diego Trujillo y le damos las gracias por este regalo de película ¡Qué grande es el cine!

Hablando de cometas, descubro en el siempre estimulante blog de Agustín Fernández-Mallo, http://www.alfaguara.santillana.es/blogs/elhombre un insólito video-clip de un grupo que no conocía, Manos de Topo.
Adjunto el link de youtube
http://www.youtube.com/watch?v=5n-C8CyCp00
y la letra de la canción

EL CARTERO (Manos de Topo)

Si no te llevas bien con las cometas,
recuerda cuando te crecieron las tetas.
¿Por qué se ríen de las princesas hoy?
Dime que sigues recubierta de roquefort.

Y si necesito amor encenderé el radiador,
porque no quiero estar contigo si es encerrado en el baúl,
porque la comida es fría y apenas entra luz,
porque huelen las paredes a recién pintado aún.

El cartero no tenía la culpa,
el cartero no tenía la culpa.
Fui yo el que a quererte no se atrevió,
fui yo el que a quererte no se atrevió.

Tu dentadura se me escapó.
¿Quién me cuenta ahora historias de terror?
¿Quién se acuerda de los imanes del congelador?
Siga a la mujer serpiente, por favor.

Un oso panda en el salón se está comiendo el pantalón,
no tengo nada que ponerme, vestidos para la ocasión.
Un hombre rana en el salón se está secando con mi albornoz,
dime que me quieres aunque todo terminó.

El cartero no tenía la culpa,
el cartero no tenía la culpa.
Fui yo el que a quererte no se atrevió,
fui yo el que a quererte no se atrevió.

Y ahora estoy, y ahora estoy de puta madre,
ya te llamaré más tarde.
Y ahora estoy de puta madre,
estoy de puta madre,
estoy de puta madre,
estoy de puta madre ...

3 comentarios:

David Puente dijo...

no conocías a Manos de Topo porque no sigues scannerTV:

http://scannerfm.com/fib/

(una vez dentro busca en el índice de la derecha la entrevista (ejem) que realizamos a este grupo en Benicàssim)

Marc dijo...

Sí, muy original la entrevista, no sé como sonarán en directo pero ya de entrada estos tipos me caen bien...

Anónimo dijo...

Querido viajero errante...
!!que suspense el Festival de cine Villa de Leyva!! menos mal que por fin lograsteis ver una pelicula entera y con saludos al director y actor.... enhorabuena.
Seguimos a la espera de la siguiente entrega.

Desde Carrracas
Marili